El hecho es típico: un chico excedido de peso o que no encaja físicamente en el ideal, que parece afeminado, demasiado suave para la guerra adolescente o demasiado raro para reconocerlo como un miembro del grupo, es hostigado permanentemente. Es la historia de cada escuela en todo el mundo.
Si la víctima no soporta el hostigamiento, estalla: por lo general, se suicida. O, al menos, lo intenta.
La mayoría de los suicidios adolescentes se corresponden con casos de hostigamiento entre pares.
A veces, raramente, la violencia introyectada convierte a la víctima en victimario y el hostigado responde a la violencia que recibe con una violencia mayor: es lo que sucedió en la masacre de la escuela Malvinas Argentinas de Carmen de Patagones, en septiembre de 2004, cuando un alumno asesinó a tres de sus compañeros e hirió gravemente a varios otros.
Los niños son la promesa de un futuro mejor: según lo que nosotros hagamos por ellos, el mundo será un lugar más hermoso (o no).
Sin embargo, los viejos saben que, a la larga, el mundo siempre está mejorando. El drama es que lo hace tan lentamente que nuestra ansiedad se desespera.
Hay que reconocer que el mundo está mejorando. Si observamos un proceso social a lo largo de décadas, vemos esos cambios positivos que se nos antojan de una lentitud propia del mundo vegetal.
Pero un niño se ha suicidado y todas las palabras del mundo no lograrán resucitarlo. Esta semana el mundo se ha detenido, no ha mejorado.
La familia trató de que la escuela interviniera y le permitiese dejar de asistir a las clases de gimnasia, donde el hostigamiento llegaba a límites feroces (había tenido que ser tratado en un hospital por las heridas que le provocaban).
La directora de la escuela respondió según la norma: gimnasia es una materia como todas y si no la aprobaba, perdería el año.
El niño siguió yendo a la escuela que no le daba ninguna alternativa y al volver de la última clase de educación física, perdió la vida.
Víctor Felleto tenía 12 años. Fue el abanderado del colegio. Tenía las mejores calificaciones. Amaba aprender, conocer el mundo. Escribo esto y se encoge el alma.
Ya no está. Tomó un arma y se disparó en la cabeza. ¿Qué habrá sentido en el instante en que puso el dedo en el gatillo? Un niño se ha suicidado y las normas escolares siguen allí, incapaces de dar una respuesta. Inflexibles.
¿Cuándo llegará el momento en que “las normas” asuman que los niños no son números en un aula sino personas?
Las normas no sirvieron para que él viviera. El mundo hoy es menos luminoso porque Víctor pidió ayuda y nadie supo qué hacer".
Daniel Molina
Escritor y crítico cultural
Fuente
REFLEXIÓN
*** A partir de lo subrayado con la negrita en el primer párrafo, relacione dichas aseveraciones con su experiencia personal en el colegio. ¿Siente que no encaja en algo? ¿Cómo ha reaccionado frente a esta situación? ¿Cuáles son las normas que rigen el comportamiento de su grupo? ¿Está de acuerdo con ellas, con todas? ¿Con cuál/es no? ¿Usted cree que tiene poder de imponer alguna regla? Y no estamos hablando de reglas asentadas en un reglamento, sino de reglas implícitas, que mayormente se acatan, no se discuten. ¿Es democrática la construcción de esas reglas? ¿Cuál agregaría usted? Volviendo a su grupo: ¿cómo está conformado? ¿Siente que usted pertenece a él? ¿Tiene los mismos grupos dentro y fuera de la escuela? ¿Usted se comporta en ambos de igual manera?
*** ¿Está de acuerdo con esta afirmación que hace Molina: "Si la víctima no soporta el hostigamiento, estalla: por lo general, se suicida. O, al menos, lo intenta"? ¿Qué propondría usted?
*** Si usted hubiera sido la directora/el director de esa escuela, ¿cómo habría procedido?
Más información sobre el caso de Víctor aquí
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ResponderEliminarPrimero: Son preguntas muy personales para ser respondidas en grupo
ResponderEliminarSegundo: Son demasiado personales para algo tan público.
Es un equilibrio entre pertenecer y no pertenecer,y hacerse respetar seas como seas en cualquier lado. Pero eso es algo que logra uno con la actitud que lleva en la vida, o algo así.
Bajo mi punto de vista,Esta bueno poder comunicarse con todas las personas "Sean como sean", Todas las personas tienen algo único por mas que existan grupos.
Dentro de mi grupo de amigos no hay normas ni reglas, somos quienes somos y nadie estableció esas cosas.. En el grupo del aula, a mi nadie me impuso ninguna regla, hay hábitos que otros tienen y yo no los tengo, pero no fuerzo a nadie a hacerlos o no. En cuanto a agregar una regla, sería bueno que se respete mas el silencio cuando una persona esta harta de tanto ruido o tiene una terrible jaqueca.
Tengo muchos grupos de amigos y amigas y siento que pertenezco a el por el afecto entre nosotros, y por lo que se comparte.
No me comporto de igual manera porque no se pueden compartir las mismas cosas en ambos lugares, pero no significa que este "fingiendo", sigo siendo yo,
Si estoy de acuerdo con la afirmacion, siempre y cuando la victima no soporte mas. Es necesario tener mucha fortaleza en esas cosas, siempre se estalla. hay un caso muy claro dentro del aula.
Si hubiese sido la directora me hubiese interesado más en el caso, observar mas la cuestion desde otras perspectivas, y desde ahí actuar, en cuanto alos compañeros de colegio y en cuanto a la modalidad de clases del chico en caso de que no mejorara el trato entre ellos..
por suerte tengo mi grupo de amigos al cual "encajo" por los gustos, las ideas, lo que hacemos. En los casos que sentí que no encajaba en un grupo me di cuenta muy rápido y no me metí más o no me junté más con ese grupo. no encajaba por mis ideas, mi forma de ser que no era compatible con la de las otras personas.
ResponderEliminarcreo que en mi grupo no hay reglas explícitas ni hay nada que cumplir. me parece que la regla que tenemos es respetarnos y tener valores con nuestros amigos (confianza, tolerancia, amistad, amor, etc.). no andamos diciéndonos entre nosotros "hacé esto, hacé aquello", sino que cada uno del grupo sabe como somos y funcionamos, por lo tanto sabe lo que esta mal o esta bien para nosotros.
mi grupo principal de amigos son mis amigos del colegio. somos un grupo de diez personas aproximadamente. son los mismos afuera y adentro del colegio. también tengo otro grupo de amigos afuera del colegio con los cuales también comparto y me junto con frecuencia. siento que pertenezco a estos grupos porque en ellos confío y mis amigos también confían en mí. con ellos comparto todas mis cosas (mas cosas aveces que con mis padres) y les tengo mucho aprecio. los mejores momentos y también los mas malos los pase y superé junto con mis amigos. por ello siento que pertenezco y soy parte del grupo.
lo que dice el autor Molina es cierto. también es cierto que estas medidas se toman en casos extremos, cuando la persona ya no aguanta mas y el hostigamiento la sobrepasa y la única respuesta que encuentra es suicidarse y terminar con tanto sufrimiento.
ResponderEliminarsi yo fuera el director, me hubiera introducido más en la problemática para tener noción de lo que es y a partir de ahi ver que soluciones buscar. hablaría con todos los profesores para que me den su opinion al respecto y tomar conciencia de lo que está sucediendo. al tener todos estos datos sería flexible con su familia y trataría de solucionar el problema junto con ellos y con las familias de los alumnos victimarios.
Pienso como Mercedes de que algunas preguntas son muy personales como para responder en grupo, pero creemos que todos alguna vez sentimos que no encajamos. La escuela no es el mundo, uno puede hacer amigos fuera del colegio y dejar que la institución sea como un lugar de paso. Es importante que la persona sea fuerte psicológicamente, que aprenda y saque provecho de las agresiones, que le sirva para darse cuenta de lo que es el mundo, a veces uno también puede ser su propio agresor.
ResponderEliminarEn nuestro curso eso se ve, es así en muchos colegios. Siempre hay alguna persona que no se sabe porque no está dentro del grupo y que ella misma se retrae. Yo era así, hasta que me abrí a escuchar y aunque no tenga amigos en el curso no me llevó mal con ninguno, porque yo tomé la decisión de cambiar mi actitud hacia la gente.
Muchas veces no negamos y nos hacemos las víctimas, simplemente porque es más fácil que tomar las riendas del asunto.
Podemos tener amigos y ser completamente distintos, y que ellos sean un complemento y un aprendizaje continuo, las personas son como naranjas, uno debe exprimir su jugo y tomar lo mejor que te puedan dar. Lo único que debe haber es tolerancia y respeto.
No estamos de acuerdo con Molina, no todas las personas estallan y se autodestruyen, conocemos el caso de una persona parecida, que le iba bien en la escuela, amaba conocer el mundo y era víctima de violencia en la escuela, ¿Que hizo? Simplemente le agradece a las personas que lo dañaron, porque va a llegar lejos y va a estar por encima de esas personas que se limitan a ejercer violencia y burlarse del distinto. Porque esas personas le enseñaron que la vida a veces es dura pero con fuerza se puede salir, y que tiene el apoyo de la gente que realmente lo quiere.
Siendo directoras hubiéramos hablado con Víctor, decirle que la solución no es destruirse, que la solución esta en ser fuertes. Proponerle cambiarse de colegio y tomar medidas disciplinarias con los otros chicos. A veces los maestros y/o directores hacen la vista gorda y perdonan a las personas con las que tendrían que tener más sanciones.
No, me siento satisfecho con los amigos que tengo y que hice en el colegio. A la hora de reaccionar contra alguien que sea molesto o insoportable me cayó la boca y lo niego en todos los aspectos. Normalmente las reglas son no burlarse del otro por algún aspecto físico, no dirigirnos mal y no tener secretos. Si, con todas. Todos tenemos derecho a poner las reglas para que todos nos sintamos cómodos en el grupo, y obviamente que todos estemos de acuerdo. Si, totalmente democrática. Nuestro grupo esta conformado por hombres mayoritariamente y nos sentimos todos pertenecientes del mismo. Si, en ambos lados.
ResponderEliminar• Que la victima de tal agresión, necesita tener alguna contención que le permita apaciguar sus deseos de violencia hacia ellos.
• Empezaría por hablar con el alumno y los padres para tratar de evitar el suicidio del mismo, junto con la ayuda de un psicólogo que trate esos problemas.
Grupo: Rodriguez, Bartoccioni, Motto, Gentile, Airaudo.